Cerebros en fuga
Es verdad, hoy en día formar parte de la estadística de Fuga de Cerebros es más recurrente de lo que creemos. ¿Yo? ¿Un cerebro fugado? ¿Alguien en el clímax de su carrera se ve en la necesidad de truncar su crecimiento?
Sí sucede, más frecuente de lo que parece.
Mucho se ha hablado y estudiado alrededor del fenómeno de la integración de la mujer al mercado laboral: su impacto en el cambio de la estructura familiar, los efectos que ha suscitado en la relación de pareja, su injerencia en los hábitos de consumo, en la economía y muchos más.
Pero tras hablar de su integración y sus múltiples consecuencias, la lógica nos invita a preguntarnos ¿qué pasa después de que las mujeres entran al mercado laboral?
Tal parece que a pesar de su preparación académica y una trayectoria laboral sustancial, muchas mujeres se ven en la necesidad de abandonar su carrera ante la imposibilidad de lograr una conciliación entre trabajo y familia, generando una importante Fuga de Cerebros en todo tipo de organizaciones.
De acuerdo con Elizabeth F. Cabrera, Profesora de Organización de Empresas de la Universidad Carlos III de Madrid y Editora de la Revista Management Research, la actual estructura organizativa del trabajo que, desde la Revolución Industrial tiende a separar la vida laboral de la familiar, ha desfavorecido la conciliación entre trabajo y familia.
Si bien hasta el momento los hombres han logrado separar la familia del trabajo (y eso posiblemente termine pronto dada la mayor participación masculina en las labores domésticas), las mujeres han tendido a combinar las responsabilidades de ambos mundos. Al final del día, los hombres cuentan con la presencia de la figura femenina en casa, pero las mujeres siguen siendo las responsables de que los hogares funcionen adecuadamente.
En este sentido, Cabrera habla del Modelo de la Carrera del Caleidoscopio, en el que figuran tres intereses básicos que todos buscan en su carrera laboral:
- El reto: Saber y experimentar el valor personal, saberse capaz de enfrentar retos y crecer.
- La conciliación: El interés por poseer otra vida fuera del trabajo.
- La autenticidad: La idea de ser fiel a uno mismo y alinear el trabajo con nuestros valores.
El nombre de caleidoscopio se deriva de la estructura de cristales que al girarse se acomodan formando una variedad de formas; de esta manera, los intereses pueden cambiar dependiendo de las circunstancias o necesidades en momentos de vida particulares.
Si bien, de acuerdo con Cabrera, los hombres tienden a seguir un camino basado primero en el reto, después en la autenticidad y por último la conciliación; las mujeres suelen buscar primero el reto, después la conciliación y finalmente la autenticidad.
Esto no se debe a que las mujeres posean un menor interés por la autenticidad, sino que toman más en cuenta la conciliación de las esferas laboral y familiar ante la actual necesidad económica de trabajo de ambos padres de familia y el deseo de realización personal.
En este sentido, muchas mujeres abandonan de forma momentánea su carrera laboral a la llegada de los hijos con la intención de re-incorporarse en el corto-mediano plazo. Sin embargo, la creciente competencia e inestabilidad genera que dichas madres encuentren difícil el acceso a oportunidades similares a las alcanzadas antes de su deserción.
Debido a lo anterior, resulta importante rescatar el valor de la conciliación en los esfuerzos de comunicación dirigidos a la mujer moderna, una mujer multi-tasking que quiere triunfar en el campo laboral, obtener autonomía y a la vez, ser una excelente madre, esposa y amiga.